| Reflexiones |
Johnny Lingo vivió hace muchas años en la isla de Oahu, Hawai. Era conocido como un comerciante afortunado y sagaz, como un hombre que podía conseguir cualquier cosa al pracio más barato del mercado. Lingo era un hombre inteligente y astuto; podía negociar mejor que cualquler persona en loda 1a isla. Su habilidad lo había hecho muy rico y muy respetado
En ese tiempo, existía la costumbre de que los hombres ofrecieran a los padres de sus novias un cierto número de vacas a cambio de sus hijas cuando las pedían en matrimonio. El precio promedio era de tres vacas, y la mayoría de los negocios se cerraba en ese precio. De vez en cuando, alguien podía pagar por una novia cuatro vacas, pera la muchacha tenía que ser excepcionalmente bella y tener mucha demanda. Se decía que una joven muchacha de extraordinaria belleza, gran carisma y maravilloso carácter había sido comprada par cinco vacas; pero nadie podía recordar su nombre ni los detalles del negocio, y nunca se pudo comprobar si el rumor era cierto.
Un hombre de la isla tenía dos hijas. La mas joven era muy bonita y atractiva. Bien podía valer tres vacas, quizá hasta cuatro. Su hermana mayor permanecía soltera y no era muy atractiva que digamos. Su padre tenía poca esperanza de conseguir siquiera dos vacas por ella, así que había decidido que si alguien le ofrecía una vaca, estaría dispuesto a darla. Pero nadie venía para solicitarla.
Un día, Johnny Lingo llegó a la casa de ese hombre. Todos creyeron que iba a pedir como esposa a la hija mas joven, de modo que comenzaron a especular con el precio. La muchacha era muy atractiva y bien valía tres vacas, pero nadie regateaba mejor que Johnny Lingo. ¿Quién haría mejor negocio: Johnny o el padre de la muchacha? ¿Saldría Johnny de la casa con la muchacha par el precio base de tres vacas? ¿insistiría el padre en que valía no menos de cuatro? Todos en la isla estaban muy interesados en saber cuál sería el resultado de las negociaciones.
Sin embargo, algo muy extraño ocurrió. ¡Johnny Lingo le pidió a la hija mayor! EI padre se sintió muy confundido. Pensó que quizá había entendido mal. ¿Johnny habría querido pedir a la hija mas joven? "No", dijo Johnny, "quiero a la mayor". EI padre no lo podía creer. ¡Estaba fuera de sí de puro gozo! Su mayor temor era que su hija mayor se quedara soltera, pero ahora el hombre más rico de la isla estaba solicitando verla. Todos sabían que Johnny era tan generoso como rico y comenzaron a especular acerca del precio que podría ofrecer por esta hija. ¡Seguramente pagaría cuando menos el precio base de tres vacas!
¿Puede usted imaginar el impacto producido cuando Johnny Lingo, el mejor negociador de la isla, ofreció 10 vacas par la muchacha menos solicitada? El padre no lo podía creer. Estuvo de acuerdo rápidamente y de inmediato se hicieron los arreglos para la boda, temiendo que Johnny se diera cuenta de lo extravagante de su oferta y se arrepintiera. Johnny no tenía esa intención. Solo se sonrió, pagó las 10 vacas y anunció que él y su esposa se iban de luna de miel por dos años y que después volverían para establecer su hogar en la isla.
Dos años después, los isleños pusieron un vigilante para que observara el horizonte con el fin de que diera aviso de la llegada de los nuevos esposos. El vigía reconoció a Johnny fácilmente. Todos lo reconocieron, pera no estaban seguros de que la mujer que venía con él fuera la misma que se había ido con él de la isla. Reconocían en ella algunos rasgos familiares, pero era tan increíblemente bella que era difícil creer que era la misma. Caminaba con confianza; era amable y muy segura de sí misma. Cuando los habitantes del pueblo estuvieron alrededor de ellos advirtieron que la esposa de Johnny había tenido un cambio increíble. Los que se habían reído durante meses por el precio que Johnny había pagado por ella, ahora decían que había hecho una gran compra. Muchos aseguraban que hubieran estado dispuestos a pagar hasta 20 vacas por una mujer tan atractiva.
¿Qué pasó? ¿Qué había cambiado a esta mujer tan poco atractiva en una impresionante, agradable, vital y bella esposa comprada por 10 vacas? Lo mismo que pasa hoy cuando un hombre trata a su esposa como la mujer que él desea que ella sea. Goethe dijo: "Si usted trata a un ser humano como es, permanecerá como es. Si usted lo trata como si fuera más grande de lo que es, llegará a ser de ese tamaño y un mejor ser humano". Lo mismo sucede con cualquier mujer. Esposos: ¿quieren una esposa atractiva? Háganle saber que ella es bella a sus ojos y véanla florecer en la belleza con que Dios la hizo para que así fuera.
Ed Young - Aventura Conyugal
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