Prueba... Y Comprueba

Reflexiones

(Salmo 34)
"Gustad, y ved que es bueno Jehová;
Dichoso el hombre que confía en Él." - Salmo 34:8

 Un ateo dictaba una conferencia ante un gran auditorio, y después de haber finalizado su discurso, invitó a cualquiera que tuviese preguntas a que subiera a la plataforma.
 Después de unos momentos un hombre, que había sido bien conocido en la localidad por su afición a las bebidas embriagantes, pero que había sido salvo recientemente, aceptó la invitación, y sacando una naranja del bolsillo, comenzó a pelarla lentamente. El conferencista le pidió que hiciera la pregunta; pero el hombre continuó imperturbable pelando la naranja, al término de lo cual, se la comió. Cuando terminó de comérsela se volvió al conferentista y le preguntó:
  -¿Estaba dulce o agria?
  -No me pregunte tonterías - respondió el orador con señales evidentes de enojo - ¿Cómo puedo saber el gusto si no la he probado?
 El borracho convertido respondió entonces:
  -Y ¿cómo puede usted saber algo de Cristo si nunca lo ha probado?

 Esto debe ser motivo para reflexionar en lo que dice la Palabra de Dios en este precioso Salmo y el impacto y consecuencia en la persona que ha "depositado" su confianza en el Señor sobre todos sus caminos.
 Por supuesto, un hijo que no practique la obediencia no sabrá, en un futuro cercano, los beneficios de ella. Una persona que sólo ha estudiado una carrera, pero no la ejerce, no comprobará los beneficios que tiene al practicar dicha carrera. Y en el tema de los alimentos, podemos apreciar que sólo son beneficiados los que con conciencia los consumen y se nutren de ellos.

Sólo son los beneficiarios de Dios los que se alimentan de Él.

Daniel Salinas Del Rosario

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