Reflexiones |
(Salmo 4:1-5)
"...no se ponga el sol sobre vuestro enojo." - Efesios 4:26
Un niño peleó con su hermano y la experiencia lo dejó amargado. Cuando su hermano quiso reconciliarse, el niño se negó a escuchar. De hecho, no le habló a su hermano en todo el día.
Llegó la hora de dormir y su madre dijo al muchacho:
- ¿No crees que deberías perdonar a tu hermano antes de irte a dormir? Recuerda, la Biblia dice: "No se ponga el sol sobre vuestro enojo".
El muchacho parecía perplejo. Pensó por un momento y luego dijo abruptamente:
- Pero, ¿cómo hago para impedir que se ponga el sol?
Este niño me recuerda a algunos cristianos. Se enojan con ciertas personas y guardan rencores. Cuando se les confronta por su actitud no perdonadora y se les apremia a la reconciliación, esquivan el asunto y se niegan a obedecer la clara instrucción de las Escrituras. Es cierto que no podemos cambiar el corazón de otra persona, pero somos responsables de nuestra propia actitud. La Biblia dice:
Sed más bien amables unos con otros, misericordiosos,
perdonándoos unos a otros, así como también Dios os perdonó en Cristo.
perdonándoos unos a otros, así como también Dios os perdonó en Cristo.
Efesios 4:32
No, no podemos impedir que el sol se ponga. Pero podemos impedir que se ponga... sobre nuestro enojo. Y eso significa que debemos perdonar.
Por cada minuto que estás enojado pierdes 60 segundos de felicidad.
Richard W. De Haan
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