La junta del club de filosofía que busca la oportunidad para humillar a los cristianos... Un creyente que no está en comunión con el Señor en busca de venganza ... Un cristiano maduro que tienen dudas acerca de compartir su fe ... Un reporte controversial acerca del momento en que ocurrirá la segunda Venida.
Sinopsis
El club de filosofía reúne a un grupo de ateos con frecuencia para abordar ciertos temas de interés.
Un joven cristiano los desafía a escuchar su exposición sobre cuándo será el fin del mundo.
Una teoría desarrollada por Jeffrey Bartell, un ex alumno del campus,
cuyos escritos han sido descubiertos en la biblioteca y estudiados por
un miembro del grupo cristiano, que pretende dejar a todos esos jóvenes
ateos sin nada que rebatir.
Aunque el personaje de Bartell es ficticio, su teoría está lo
suficientemente bien planteada como para hacernos pensar que el final de
los tiempos está realmente cerca.
¿Cuándo acabará el mundo? La teoría de Jeffrey Bartell
Mas el fin de todas las cosas se acerca;
sed pues prudentes y de espíritu sobrio para la oración.
1Pedro 4:7
En primer lugar, nadie sabe el día y la hora que Cristo volverá y cuándo
se acabará el mundo. Las escrituras lo dejan claro. Pero la Biblia dice
que podemos reconocer los tiempos y las estaciones de su venida. Y las
condiciones son tan claras que podría ser en cualquier momento.
La Biblia, para Bartell, es el libro más grande jamás escrito. Su
mensaje es tan simple que puede ser resumido en unos pocos versículos y
al mismo tiempo es un libro tan profuso que ni estudiándolo toda la vida
se llegaría a conocer con precisión su verdad.
La teoría de Bartell sobre el fin del mundo empezó cuando leyó el
versículo de Isaías capítulo 46 que dice que Dios declara el principio
del fin. En Isaías capitulo 48 hay un pasaje similar. Para Bartell este
fue un pensamiento interesante que lo llevó de nuevo al principio, a
Génesis 1 con la creación. Bartell comenzó a estudiar ese capítulo y
empezó a preguntarse ¿por qué Dios creó el mundo en seis días y
descansó en el Sabbath? Esto puede parecernos trivial, pero realmente
le preocupaba a Bartell. A mi me dijeron en la escuela que ilustraban la
semana de trabajo. Pero Bartell no se lo creyó. Pensó que había mucho
más que eso. Pasó mucho tiempo pensando en eso: ¿por qué Dios se tomó
seis días para crear el mundo si podría haberlo creado en un segundo, en
un parpadeo? Pero no, se tomó seis días, ¿por qué?
Bartell estudió las palabras "día" y "días" en la Biblia y encontró pasajes
muy interesantes relacionados con esto. El concluyó que quizás Dios
indicaba cuánto tiempo le quedaba al hombre en la tierra. Dios debe
castigar el pecado y El va a cumplir Su palabra.
Bartell deja muy claro que la Biblia, especialmente el Antiguo
Testamento, está llena de predicciones. Un evento que sucede en la
historia también representa un suceso que ocurrirá en el futuro. El
ejemplo de esto sería Abraham sacrificando a su hijo Isaac. Ese evento
realmente sucedió, pero también es una imagen de lo que Dios le haría a
su hijo Jesús en la cruz cuando lo ofreció por los pecados del mundo.
Ahora, ¿por qué Dios se tomaría seis días para crear el mundo? Es una
pregunta interesante. ¿Es esta una imagen de algo que necesitamos
saber? Bartell piensa que sí. En 2 Pedro 3:8, en el contexto en que se
refiere a la segunda venida de Cristo, la Biblia dice que un día con El
Señor es como mil años. Y mil años son como un día. En el Salmo 90 se nos dice que mil años a la vista del Señor son como el ayer.
Entonces, podría ser que estos seis días de la creación nos indicaran
que el tiempo que el hombre tiene sobre la tierra serían como seis mil
años, con el séptimo día de descanso representando el reinado de mil
años que Jesucristo establecerá en la tierra, el tiempo de la justicia y
la paz.
Bartell documenta en su reporte como es que los estudiosos de la Biblia
han calculado desde el primer hombre Adán hasta el nacimiento de Jesús
alrededor de cuatro mil años. Si ese es el caso, este podría ser el
final de lo que el Nuevo Testamento llama los últimos días.
Bartell habla mucho sobre la manera en que Dios maneja el tiempo en la
Biblia y cuando Dios mide el tiempo, lo hace en séptimos. Dios creó el
mundo en siete días, dejando el séptimo como el día de descanso. En la
tradicional ley testamentaria, los judíos fueron obligados a descansar
cada siete días. Además, en la séptima semana después de la Pascua ellos
celebran una gran fiesta y un descanso. El séptimo mes era quizás el
más importante, cuando ellos celebran tres grandes fiestas y descansos.
Cada siete años era un año de descanso para la tierra, y cada cuarenta y
nueve años, que es 7 x 7, celebran el año del jubileo que era el año de
descanso para la tierra y de libertad para el pueblo. Así qué tenía
sentido para Bartell que Dios estableciera un período de 7.000 años para
que el hombre ocupara esta tierra, con los últimos mil años como tiempo
de descanso cuando Jesús regresa para establecer su reino terrenal,
como se menciona en Apocalipsis 20.
Bartel tiene razón al decir que, cuando Dios se ocupa del tiempo, lo
hace con séptimos; no hay otro sistema mas predominante en la palabra de
Dios. La segunda venida de Jesucristo es el día más importante en el
calendario de Dios. Bartell estaba convencido de que quería que
supiéramos eso, incluyendo el momento.
En el capítulo 6 de Oseas, un profeta del Antiguo Testamento, está
hablando de Israel, la nación elegida de Dios, que siempre rechaza a
Dios. La nación iba a ser destruida pero el versículo 2 dice que "después
de dos días nos habrá de redimir y al tercer día nos levantará y
nosotros viviremos ante él". ¿Qué significa esto?
Cuando Jesús vino, Israel lo rechazó como su Mesías, así que Dios
dispersó a la nación por todo el mundo. Durante 1.900 años no existió la
nación de Israel, pero Dios dijo, después de dos días, es decir 2.000
años, te reviviré y tu Israel vivirás ante mí. Podemos ver que esto ya
sucedió. La nación dispersa de Israel ha sido reunida ante nuestros
ojos. En 1948 Israel volvió a ser una nación. Esto es muy importante
porque Dios revivió a la nación de Israel y van a vivir ante él porque
Jesús va a venir a establecer su reino terrenal, como dijo.
¿Has conocido a un cananita? ¿O a un amanita? No, porque ellos eran los
enemigos de Israel y no han sido preservados. Los judíos lo fueron
porque son el pueblo elegido de Dios y él debe cumplir el reino en la
tierra como se los prometió. Pero los judíos aún están rechazando a
Cristo. ¿Por cuánto tiempo? Después de dos días, es decir 2.000 años, yo te
reviviré y al tercer día vivirás ante mi. La segunda venida podría
ocurrir pronto.
Bartell ve esta misma predicción en Éxodo 19:11, cuando Dios le dijo a
Israel que se purificara y esperara dos días. "Porque en el tercer día
descenderé ante la vista de todas las naciones". En Juan 11, Lázaro, el
judío, murió y Jesús espera dos días antes de levantarlo de entre los
muertos. ¿Por qué? Bartell nos dice que eso representante cómo Dios le
dará la espalda a Israel los próximos dos mil años, o dos días, y le
hablará al mundo por medio de la iglesia del Nuevo Testamento, y así
fue. Dios no nos da todo esto solo para desperdiciar espacio.
Quizá Bartell tenga razón y Dios está tratando de decirnos algo. En Mateo 17:1, Jesús lleva a Pedro, a Santiago y a Juan a la montaña y
deja al grupo. Ahora, ¿qué pasa allá arriba? Jesús es transfigurado
frente a ellos y se les da una imagen de la segunda venida. No mencioné
las tres primeras palabras de esos versículos de la escritura que dicen
que después de seis días Jesús toma a Pedro, a Santiago y a Juan y deja al grupo. ¿Por qué puso Dios esto? ¿Está desperdiciando más espacio o quizá nos está tratando de decir algo que necesitamos saber?
Recuerden que el tiempo desde Adán a Cristo es de 4.000 años, o cuatro
días. El tiempo del periodo de la iglesia son 2.000 años, o dos días, así
que esto podría significar que en algún tiempo después de seis días o
6.000 años, Dios reviviría a Israel y les cumpliría las cosas que
les prometió.
Pronto, muy pronto, habrá un tiempo de juicios sobre la tierra como nunca
antes, justo antes de la segunda venida de Cristo, que la Biblia llama
la gran tribulación. Dios ya juzgó el mundo en los días de Noé. En Génesis 6 nos dice que
hubo una gran explosión demográfica y que la tierra se corrompió y se
llenó de violencia. Suena familiar, ¿no?. El arrasó todo con un gran
diluvio y solo ocho personas sobrevivieron. Dios juzgó a Sodoma y a
Gomorra por el crecimiento de los pecados sexuales, la homosexualidad y
la perversión. Suena como hoy, ¿no? El arrasó esas ciudades y sólo tres
personas sobrevivieron. Y en ambos casos, los no creyentes fueron
tomados por sorpresa, pero los creyentes no, porque sabían que el juicio
vendría.
Bartell está diciendo que nuestro tiempo casi se acaba. Que esta existencia no continúa para siempre. Y en algún momento, muy
pronto, Israel aceptará a Jesús como su Mesías y Cristo regresará a la
tierra para iniciar su reino.
La muerte hace que el fin del mundo suceda para algunas personas cada
día. Y si una persona no tiene una relación personal con Jesús tendrá
una constante eternidad en el lago de fuego, lejos de la presencia de
Dios. Lo que hace a esto un tema muy serio.
Hay muchos nombres para la religión en el mundo, pero todas caen en la
misma categoría. Toda religión, a excepción de la cristiandad bíblica,
enseña que tu puedes ser salvo por tu propio mérito. Por ser bueno, por
realizar ciertos rituales. Pero la Biblia dice que nadie puede estar
bien ante los ojos de Dios por hacer buenas acciones (Romanos 3:20) y
que todos han pecado y no alcanzan la gloria de Dios (Romanos 3:23).
Debemos entender que el estándar bíblico para entrar al cielo es que
debes ser perfecto, totalmente limpio, justo, como dice la Biblia.
Si eso es cierto, nadie entrará al cielo, porque nadie es perfecto.
Por eso necesitamos a Jesús. Todos nosotros.
Cuando Jesús estuvo en la tierra vivió una vida totalmente perfecta,
nunca pecó porque él era Dios. Y murió por nosotros en la cruz para
pagar nuestros pecados y se levantó de entré los muertos y Dios le
permitió volver a entrar al cielo. ¿Por qué? No porque fuera un buen
hombre sino porque cumplió con el requerimiento de ser perfecto. Jesús
es justo y sólo los justos heredarán el cielo. Y si Dios ni siquiera
bajó el estándar por su hijo, ¿por qué creer que lo hará por nosotros?
Millones de personas creen que entrarán al cielo llevando lo que ellos
creen que es una buena vida. Y quedarán atónitos porque eso no es
suficiente. Dios necesita un estándar de absoluta perfección. Sabemos
que Jesús es perfecto. Sólo cuando personalmente nos comprometemos y lo
recibimos como nuestro Señor, creemos lo que hizo por nosotros en la
cruz, él nos limpia de nuestros pecados. Es por eso que él merece todo
el crédito. Y por eso tú y yo necesitamos a Jesús. Jesús quiere darte la
vida eterna. Es el propósito de la vida actual.
Déjenme saber si encuentran mejores respuestas con respecto a la eternidad. Algo que ofrezca una real esperanza. Claro que tienen que pensar en ello. Pero si ya tienen las respuestas, no tenemos nada de qué preocuparnos.
Sin embargo, si lo que la Biblia dice es verdad y nuestro destino eterno
está en juego, dependerá de lo que hagamos con Jesús. Si lo rechazamos,
Él nos rechazará. Pero si humildemente lo recibimos, viviremos con Él
en el cielo por la eternidad.
Espero que lo piensen. Y más vale que se apuren, porque si lo que dice Bartell es cierto, nuestro tiempo se acaba.
Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
1 Juan 5:11-12